“Fabra, tenemos frío”

En Albaida (Valencia), algunas mañanas la temperatura baja hasta los tres grados. Esos días, los padres de los alumnos del instituto José Segrelles abrigan a sus hijos con “seis o siete mangas”, según la portavoz de la asociación de padres, Lola Blasco. Los preparan para estudiar en un ambiente gélido, ya que en las aulas no hay calefacción.

El centro no dispone de los 7.000 euros que cuesta llenar la caldera. La razón es que desde hace meses la Generalitat valenciana no cumple con su obligación de pagar los gastos de mantenimiento del instituto. Recientemente, se lamenta Blasco, la dirección dejó de comprar folios. Pronto tampoco podrán pagar la luz.

Sindicatos y padres denuncian que no hay dinero ni para los servicios básicos

La desesperada situación financiera de este centro no es una excepción, sino la regla, según denuncia la Plataforma de Defensa de la Enseñanza Pública, formada por sindicatos de profesores, asociaciones de padres y otros colectivos educativos.

Desde marzo, denuncian, la Generalitat no ha pasado a los centros dinero para sus servicios básicos. La consecuencia es que la inmensa mayoría de ellos “ya no tiene dinero para sus gastos de funcionamiento”, según Marc Candela, del sindicato STEPV. En torno a “un centenar” de centros, según Ángel Martí, de Escola Valenciana, capean el temporal recurriendo a los fondos de las asociaciones de padres. Pero otros ya han llegado al límite.

Es el caso del centro Jorge Juan de Alicante. Los alumnos llegaron este martes al instituto y se encontraron con que no había luz, según informó la agencia Efe. No hubo clase y los alumnos protagonizaron una sentada en señal de protesta.

La Generalitat prometió pagar en diciembre, pero no cumplió

Fuentes del centro explicaron que las facturas acumuladas suman 2.800 euros, informa Luis Giménez San Miguel. Nexus, la empresa que sirve la electricidad, confirmó que el corte se debía a que la Administración no paga el servicio desde hace varios meses. Añadió que la Generalitat le había prometido que cobraría en febrero. Por eso, prometió la empresa, las aulas volverán este miércoles a tener luz.

La Conselleria d’Educació sirvió este martes la información al respecto con cuentagotas. Afirmaron que el corte de luz se debió a un “error no imputable a la Generalitat” y añadieron que, en cualquier caso, el centro alicantino es “una excepción y un caso aislado”. Desde el departamento remitieron a las declaraciones de la consellera del ramo, María José Català, que el pasado lunes trató de templar los ánimos en Canal 9 y afirmó que “esta semana” pagaría a los institutos.

Las declaraciones de la consellera no convencieron a los representantes de la comunidad educativa, que anuncian protestas. La asociación de directores de centros de Educación Secundaria ADIES recordó este martes que la Generalitat ya se comprometió a pagar antes del 31 de diciembre y no cumplió su promesa.

En Twitter triunfa el lema #fabratenimfred

Proveedores reticentes

Los directores anunciaron que iniciarán “una campaña de movilización de la ciudadanía” a partir del viernes si la Generalitat no ha cumplido con sus obligaciones de pago. “Los proveedores de material básico como folios, materiales informáticos (…) etc. se muestran reticentes a los encargos por las deudas pendientes”, afirmaron.

Por su parte, la Plataforma en Defensa de la Enseñanza Pública convocó una manifestación para el sábado. Sus representantes acusaron este martes a la Generalitat de usar la crisis para enmascarar una “mala gestión”. Citaron como ejemplo las aulas prefabricadas en los que estudian miles de niños valencianos por la falta de colegios desde hace varios años.

La indignación llegó también a las redes sociales. En Twitter, este martes triunfó el lema #fabratenimfred (“Fabra, tenemos frío”, en alusión al presidente de la Generalitat, Alberto Fabra) entre los usuarios del País Valencià. Muchos internautas reprocharon a la Generalitat que no tenga dinero para los institutos y sí para mantener los grandes eventos deportivos, como la carrera anual de Fórmula 1 en Valencia, que cuesta al año unos 20 millones de euros de dinero público.

http://www.publico.es/espana/417419/fabra-tenemos-frio