Cuando pasados cinco minutos de las diez de la noche sonaban los acordes de “Bienvenido Al Secadero”, canción que tan brillantemente abre la última “placa” de Marea y que los navarros han titulado “En Mi Hambre Mando Yo”, el público se volvió loco: miles de voces sinceras arropadas por los latidos de un solo corazón. Y ese mismo público que llenó el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid demostró con su presencia que Marea son grandes, muy grandes, “más grandes que la luz del día”. Esta eufórica bienvenida la enlazaron con “La Majada” (Kutxi se había despojado ya del poncho que llevaba puesto), “Duerme Conmigo” y “En Tu Agujero”. Después de tanto desparpajo de adrenalina Kutxi nos presentaba a Mikel Poza, autor del diseño de las calaveras que acompañan al grupo en el escenario y que “decoró” la actuación con sus graffitis demostrando una vez más que la música y el arte (callejero) mantienen una relación estable y duradera.

“Muchas gracias Madrid. Estáis más guapos que nunca”, fueron las palabras con las que un siempre agradecido Kutxi nos presentaba “Canaleros”, canción aliñada con el humo ficticio de un cigarro electrónico y a la que siguieron la preciosidad sonora titulada “Petenera”, “Que Se Joda El Viento”, “Manuela Canta Saetas”, “Las Últimas Habitaciones” (minutos antes Kutxi fue “obsequiado” con un tanga lanzado por el público), “Corazón De Mimbre”, “Ojala Me Quieras Libre”, (cantada junto a Luter), y “El Día Que Lluevan Pianos”. Arroparon a Kutxi en el escenario los incombustibles Eduardo Beaumont (“El Piñas”), al bajo, que cantó los temas ”Con La Camisa Rota”, “Alfileres” y “Trasegando”, mientras el “frontman” se tomaba un merecido descanso, César Ramallo y David Díaz (“Kolibrí”) a las guitarras y Alén Ayerdi a la batería. Un elenco de buenos músicos que dan la consistencia y el empaque necesario para que engrane a la perfección la maquinaria que mueve a los de Berriozar.

”Ángeles Del Suelo”, ya con Kutxi en el escenario, “Ciudad De Los Gitanos”, cantada junto a Poncho K (“por vuestros muertos y por los nuestros”), “Barniz”, “Sobran Bueyes”, “La Rueca”, para la que el propio Kutxi solicitó la vuelta al escenario de su compadre Luter, y “Pedimento”, pusieron punto y seguido a una actuación que todavía guardaba en la manga el clímax final de unos bises de lujo como lo fueron “El Perro Verde”, “Como El Viento De Poniente” y la coreadísima “Marea”, canciones todas ellas que el público sintió como suyas. Minutos antes Kutxi nos presentaba a todo el equipo que hace posible que Marea se suba a un escenario cada noche.

Algo más de dos horas y media de actuación en las que Marea cumplieron con el objetivo de presentar al público de Madrid su último trabajo, “En Mi Hambre Mando Yo”, de dar un nostálgico repaso a lo más significativo de su discografía, pero sobre todo que sirvieron para corroborar, una vez más, que el respeto al rocanroll y la credibilidad en lo que se hace se dan cita obligada en estos cinco músicos. Pasen y vean: Marea somos todos.