Un independentista de izquierdas preside por primera vez una diputación foral en Euskal Herria. Martin Garitano fue elegido ayer diputado general de Gipuzkoa con el apoyo de los veintidós procuradores de Bildu y la representante de Aralar. El resto de candidatos -Markel Olano, Rafaela Romero y Juan Carlos Cano- recibieron los votos de sus respectivos partidos.
Garitano anunció que gobernará en minoría pero con dos apoyos claros. Por un lado, quiere tener a su lado a la ciudadanía de Gipuzkoa a la que definió como «compañeros de trabajo». Por otro, confió en poder llegar a acuerdos en distintos puntos con PNV y PSE, aunque señaló que su voluntad es tener una «relación preferencial» con el grupo jeltzale, por ser la segunda fuerza más votada y «un actor muy importante» en la gobernabilidad del territorio.
Además invitó a Aralar a «formar parte del gobierno que los abertzales e independentistas de izquierda queremos formar en la Diputación de Gipuzkoa». La procuradora de esta formación, Rebeka Ubera, dio una primera respuesta positiva a este ofrecimiento.
Siete horas de pleno
El pleno comenzó pasadas las nueve de la mañana con las intervenciones de los cuatro candidatos en el orden en el que cada grupo había presentado las propuestas en el registro. En esos momentos iniciales buena parte de la atención mediática se centraba en al presencia en la tribuna de invitados de las Juntas Generales de Gipuzkoa de los dirigentes independentistas Rufi Etxeberria y Joseba Permach, a los que acompañaban otros miembros de la izquierda abertzale. Con ellos estuvieron también el secretario general de EA, Pello Urizar, y la secretaria de Comunicación de este partido, Ikerne Badiola. También asistió al pleno Oskar Matute, de Alternatiba.
Respaldando a la candidata del PSE, Rafaela Romero, estuvieron el consejero de Transportes y secretario general provincial, Iñaki Arriola, y el presiden- te en Gipuzkoa, Manuel Huertas. El jeltzale Markel Olano contó en la tribuna de invitados con Xabier Barandiaran, a quien por la tarde se le sumó Joseba Egibar. Borja Sémper, del PP, apoyó con su presencia a Cano.
Tras los discursos de cada candidato, el pleno se interrumpió para comer y preparar las intervenciones de la tarde, que tuvieron como protagonistas a los portavoces de cada grupo. Tras las réplicas de los candidatos y las contrarréplicas, se llegó a la votación, en la que no hubo sorpresas. Martin Garitano fue elegido en segunda votación, puesto que en la primera es preciso alcanzar la mayoría absoluta, para lo que le faltaron apenas tres votos.
Las relaciones entre PSE y PNV están muy deterioradas desde que el pacto unionista llevara a Patxi López a Ajuria Enea para sacar de allí al candidato más votado, Juan José Ibarretxe. Y la gestión de las negociaciones para la constitución de ayuntamientos y diputaciones no ha hecho más que empeorar la situación, hasta el punto de que el PSE ha hecho oídos sordos a las presiones que llegaban desde Madrid, y que exteriorizó el vicepresidente del Gobierno español, Alfredo Pérez Rubalcaba, para «que no gobierne quien no tiene que gobernar».
Otra forma de gobernar
Martin Garitano centró su discurso en que el enorme apoyo obtenido por Bildu en las pasadas elecciones era muestra de que la ciudadanía guipuzcoana apostaba por un cambio profundo: cambio de gobierno y de formas de gobernar y también un cambio social y en las políticas económicas para salir de la crisis.
El candidato de Bildu huyó en su hora de discurso de ofrecer el habitual muestrario de planes y medidas, para centrarse más en la exposición de principios y en mostrar su voluntad de hacer las cosas de un modo diferente, cambiando las prioridades, para poner en el eje de la gobernación a la ciudadanía.
El cambio de formas -que ya puso en marcha Bildu en la composición plural de la Mesa de Juntas- se notó también en el pleno de ayer, pues sólo desde los escaños de la coalición abertzale se aplaudió a todos los candidatos. Por la tarde, pese a que en su condición de favorito Martin Garitano fue el más criticado por el resto de partidos, éste prefirió no entrar en el cuerpo a cuerpo y optó por buscar aquello que podía unirle al resto de los partidos, incluido el PP.
Garitano realizó prácticamente todo su discurso en euskara, aunque intercaló algunos párrafos en castellano, probablemente para que fueran destacados por las televisiones y radios dirigidas al público no euskaldun.
El candidato de Bildu destacó su apuesta por la paz, la normalización y el respeto de todos los derechos civiles y políticos; así como la apuesta por poner a las personas en primera línea de las políticas sociales y económicas.
«Herramienta de cambio»
Y en un momento en el que tanto se debate sobre la distancia entre las instituciones y la ciudadanía, Garitano explicó que en su opinión la cuestión no es ésa, sino «para qué deben servir las instituciones».
«Las instituciones -afirmó Garitano- deben ser una herramienta para cambiar la realidad de nuestro pueblo. Las instituciones deben crear las condiciones materiales necesarias para que las mujeres y hombres de Euskal Herria y Gipuzkoa puedan desarrollar sus proyectos individuales y colectivos. Las instituciones, por lo tanto, deben estar al servicios de la ciudadanía y no al revés».
Inversión en bienestar
Frente a la crisis económica, Garitano destacó que el desarrollo del Estado de Bienestar no debe ser entendido como un gasto, sino como una inversión. Apostó por la innovación como un eje estratégico y denunció que los ciudadanos no pueden ser tratado como sujetos pasivos que no tienen otra función que la de consumir.
En materia fiscal anunció una «intervención seria y decidida» que se traducirá en la pronta presentación de proyectos de norma foral.
El candidato de Bildu fue el único que en su discurso tuvo un mensaje para la juventud y se comprometió a que pueda participar en la elaboración de las políticas destinadas a ella.
Martin Garitano concluyó su intervención destacando que en Bildu «tenemos gente para gobernar, gente preparada y muy buena. Tenemos ideas, propuestas y programa». Pero también «queremos escuchar y tomar en cuenta a la ciudadanía».
También señaló que pretende llevar adelante el programa con el que Bildu se presentó a las elecciones, pero tendió la mano a acuerdos con el PSE y con un PNV al que ofreció una «relación preferencial».
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