Con un despliegue policial desproporcionado y bajo el ruido de una cacerolada antirracista, irrumpían esta mañana en la ciudad, protegidos por antidisturbios, fascistas y neo-nazis venidos de otras ciudades .

Antes de las 12:00 h. nueve furgonetas de la policía antidisturbios de Valladolid y Oviedo escoltaban en el cruce de la calle vitoria con la avenida Cantabria a los neo-nazis que llegaban en coches de fuera para desfilar hasta la plaza del Cid. A la vez la policía procedía a identificar indiscriminadamente a jóvenes que pasaran por el teatro principal y alrededores.

A las 12:00 h. empezaban a sonar las cazuelas, los silbatos y las consignas tras una pancarta que ponía “Nazis asesinos” frente al teatro principal, acosada por la policía mandada por la subdelegada del gobierno, Berta Tricio. A pesar del despliegue policial más de un centenar de personas  abucheaban la entrada de los nazis a la plaza.

Poco o ningún apoyo tienen este tipo de desfiles provocación, que debido a la nula aceptación de los Burgaleses, tienen que venir fascistas desde todos los rincones del país para no sumar ni cincuenta personas, encontrándose con una cacerolada antirracista secundada por el doble que ellos siendo solo gente de la ciudad.

El desfile ha entrado y ha vuelto por donde vino bajo el abucheo y las consignas antifascistas, recordando que durante estos días están juzgando en Madrid al militar neonazi que asesino a  Carlos Javier palomino, cuando iba a protestar contra una manifestación xenófoba organizada por los mismos nazis que han venido hoy a Burgos.

La policía, bajo las órdenes de la subdelegación del gobierno, no permitió disolverse tranquilamente a los participantes en la cacerolada, persiguiéndoles por las calles del centro, identificando a bastantes de ellos.

Esta tarde noche y mañana hay que estar preparados para cualquier ataque, ya que los nazis suelen agredir o atacar por sorpresa, a todos aquellos que no entren en su mente paramilitar, antes de volver a sus respectivas ciudades y quedarse tres en la ciudad.

Fuente: DIario de Burgos