El azar ha querido que la fecha de la próxima huelga general en España, la primera desde hace ocho años, coincida con el Día del Ayuntamiento de un pequeño pueblo del sureste español. Santomera (Murcia), ajena a los intensos debates que se viven en despachos y pasillos de La Moncloa, del Parlamento y de las sedes centrales de partidos y sindicatos no fué, con toda seguridad, llamada a consultas para decidir sobre motivaciones y fechas.

Pese a ello, podemos decir que ningún otro pueblo podrá darle un mayor significado político a este día tan importante. Dos luchas, dos motivaciones, dos reivindicaciones históricas se encontrarán de nuevo el próximo 29 de septiembre. Y a pesar de la división y de que algunos separarán por su propio interés el recuerdo del 29 de septiembre de 1978 y lo que todos y todas tenemos que reivindicar el próximo 29 de septiembre de 2010, una y otra luchas aparecen juntas. En este contexto y en este pueblo más que en ningún otro.

Como por todos es sabido, el 29 de Septiembre de 1978, Santomera dejó de ser pedanía de Murcia para convertirse en una entidad administrativa con carácter propio.Tras el gran esfuerzo realizado por la Comisión pro Ayuntamiento creada en 1967 con el respaldo de todos los santomeranos, el Consejo de Ministros del Estado aprobó ese día la constitución de un Ayuntamiento propio para el municipio formado por Santomera, Matanza y el Siscar.

Éste es el mismo municipio que mira al futuro con mucha inquietud treinta y dos años después. La misma independencia que la generación política anterior consiguió gracias al esfuerzo y a la movilización vecinal, se encuentra hoy amenazada. ¿ Cuál es la independencia de un ayuntamiento que no puede hacer frente ni a su gasto corriente? ¿ Qué libertad tiene si la mayoría de los proyectos sociales -residencia, escuela pública, vivienda joven- están paralizados o se han anulado tras hartarnos de pedir fondos a la administración regional y nacional y después de unos años en los que el Ayuntamiento gestionó con poco acierto sus recursos propios?

Éstos son los mismos vecinos que, hace treinta y dos años se empleaban masivamente en el cultivo del cítrico y que hoy, con la obra parada, con un polígono industrial fallido y con un empleo municipal sometido muchas veces al que se disponga o no del carné del partido, tienen que volver con la cabeza baja y con rabia a aceptar trabajos que no harían si hubiera la mínima esperanza de poder encontrar empleo en otros sectores y con salarios y horarios dignos.

Nuestra independencia, la libertad de Santomera como pueblo y la de cada uno de sus vecinos y vecinas. nuestro derecho a poder elegir qué futuro queremos para nuestro pueblo y para nosotros mismos son los que están en juego el próximo 29 de septiembre, una fecha tan propicia para recordar con cariño los días de 1978, como para contribuir con nuestra acción a una jornada de lucha nacional por los derechos laborales. Se trata de una jornada de gran importancia que algún día podrá también ser recordada y celebrada como una gran victoria por la independencia, la libertad y la igualdad.

Con una motivación añadida a la del resto de trabajadores y trabajadoras de nuestro país, los santomeranos saldremos a la calle el próximo 29 de septiembre con la intención de defender la herencia de libertades políticas y el mejoramiento continuo de las condiciones de trabajo por los que lucharon nuestros abuelos, padres y madres un mismo día, hace ya muchos años.