El ejército vuelve a tomar Badajoz
“Queremos que los españoles tengan claro la altísima formación de nuestras tropas y la elevada eficiencia con la que desempeñan sus misiones, y que entiendan y aprecien el gran servicio que prestan las Fuerzas Armadas, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras”. Carme Chacón, ministra de Defensa
En estos momentos que corren y que padecemos el mayor ataque contra el sistema público de pensiones que se haya hecho jamás (con planteamientos de recortes brutales como consecuencia de las subidas de los periodos de cotización); a una injusta Reforma Laboral contra los derechos de los trabajadores y que se vende como la panacea a todos nuestros males –que son, por lo visto, nuestro empeño en tener un puesto de trabajo fijo-; a un drástico recorte del gasto público a costa de los pensionistas, los empleados públicos, los parados y los dependientes, para reducir el déficit y que sin embargo no hay mayor problema en soltar miles de millones a las cajas para tapar sus agujeros; y por si no fuera poco cada día asistimos a un despilfarro más del gobierno. Esta vez el que supone el día de las fuerzas armadas, que se celebrara este fin de semana en Badajoz, presidido por SS.MM. los Reyes y más de 1300 militares en una gran diversidad de actos y exhibiciones que mostrarán los últimos “juguetitos” blindados adquiridos recientemente por el Ministerio de Defensa y que nos recordará, a los que el humo de los aviones no nos impide ver las cosas, que los sacrificios no van con todos ni para todos.
Es indecente y vergonzoso que quieran recortar el gasto social y que no afecten sustancialmente los gastos de un ejército que solo está al servicio de intereses económicos de grandes empresas y el poder privado (¿qué pintamos en Afganistán, Líbano, etc.?); es intolerable que cada día asistamos como meros espectadores a este circo cruel, en el que la ciudadanía no tenga más derecho que vitorear a las autoridades por su buenas gestiones al servicio del país. Una ciudadanía, la pacense, que en estos días ve alterada su vida normal por toda la parafernalia policial que ha convertido la mitad de la ciudad en un estado de sitio, donde los controles están a la orden del día y la posibilidad de libre circulación que marca la constitución está vetada. Solo falta, y no queremos dar ideas, el toque de queda. Si estas son las libertades que nos que pregonamos por ahí, mejor no estar.
Por todo ello desde la CNT aprovechamos para mostrar nuestra indignación por todos estos acontecimientos deleznables y por esta farsa que supone el día de las fuerzas armadas. El ejército ya tomó una vez la ciudad, para nosotros, más que suficiente.
Secretaría de Prensa y Propaganda
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