El vertedero de Vilafranca, ubicado en el norte de Castellón, se cerrará el próximo mes de junio. Su cierre supondrá la clausura del último de estos depósitos de residuos urbanos que existe en la provincia de Castellón, al margen del correspondiente a la comarca de La Plana, en el centro de la provincia, que es la única área que trata sus basuras tal como contempla la Ley de Residuos, aprobada en 2000.

El cierre de este vertedero supondrá que una veintena de municipios de las comarcas del norte trasladen sus basuras a Alicante, a casi 300 kilómetros, tal como han reconocido algunos alcaldes. La causa ha sido la desidia de los municipios y la Generalitat Valenciana (competente en la materia) en la ejecución de unos planes que tienen más de siete años de vigencia. Los alcaldes de esta zona I, que concentra los municipios de Els Ports, El Maestrat y parte de La Plana Alta, no han querido desvelar el destino concreto de sus basuras, aunque todos coinciden en que el viaje acabará en la provincia de Alicante. Durante la pasada semana, se mencionó la posibilidad de trasladar la basura a Novelda pero este municipio sólo dispone de un vertedero de residuos industriales, lo que impide la recepción de desechos urbanos.

Sin embargo, el viaje de la basura a Alicante no es novedoso para los municipios castellonenses, ya que el cierre de los otros dos vertederos que había en la provincia (Tales y Cortes de Arenoso) ya provocó que algunos ayuntamientos del sur (en las comarcas del Alto Palancia y La Plana Baixa), que tampoco han ejecutado las infraestructuras que les corresponden, delegaran su responsabilidad en las empresas adjudicatarias de la gestión de sus residuos, que optaron por la misma y casi única solución, trasladarlos a Alicante. En el caso de estas localidades, Villena es el destinatario de la mayoría de su basura. Esta planta, inaugurada en 2005, duplicó el volumen de residuos tratados entre 2007 y 2008, cuando llegó a recibir más de 151.000 toneladas.

La provincia de Castellón se divide en tres zonas, según el mapa del plan de residuos, que quedó definido en 2001. La zona norte se denomina zona I. A esta corresponde la construcción de una planta de tratamiento, que tratará unas 100.000 toneladas de basura al año, y su correspondiente vertedero, que dará servicio a cerca de medio centenar de pueblos, de la costa de Vinaròs hasta el interior de Morella. En 2002 se decidió que la infraestructura se construiría en Cervera pero, desde entonces, se han sucedido la elección de emplazamientos, la ausencia de garantías totales para la protección del medio ambiente y el desacuerdo. La planta para Cervera ya dispone de la autorización ambiental para su construcción pero no ocurre lo mismo con el vertedero en el que han de ir a parar los residuos una vez tratados.

Hasta ahora, la mayoría de los municipios de esta zona ha enviado su basura al vertedero de Vilafranca. La clausura de éste provocará el traslado de los residuos a Alicante, aunque primero habrán de compactarlos en algún lugar aún no determinado. Quienes no utilizaban el depósito de Vilafranca, Alcalà de Xivert, Benicarló, Peñíscola o Vinaròs entre otros, ya la están mandando “fuera” o a un vertedero en Vinaròs que acumula varias denuncias del Seprona.

La zona II comprende ocho municipios, entre los que se encuentra la capital de La Plana, y es la única que tiene solucionado el servicio y ejecutadas sus infraestructuras. La basura se compacta, principalmente, en Almassora y, posteriormente, es trasladada a la planta de tratamiento de Onda.

En el sur, la amplitud de la zona III hizo que, en 2003, se decidiera construir dos plantas, una de La Vall d’Uixó y la otra en Algimia para el tratamiento de unas 120.000 toneladas. Esta última ya está en construcción pero la de La Vall d’Uixó se ha encontrado con “problemas técnicos”. Éstos se centran en el hecho de que la superficie que ha de ocupar la planta afecta al trazado del trasvase del Ebro, un proyecto derogado que, sin embargo, provocará un retraso en la infraestructura ya que le Generalitat ha exigido su modificación. Esto supondrá que hasta dentro de unos dos años la infraestructura no estará finalizada. Mientras tanto, más de medio centenar de municipios gestionan, de forma individualizada, su basura. La mayoría de ellos la compactan en Segorbe y la mandan “fuera”. Uno de los destinos conocido es Villena.

Fuente: El Pais.