La nostalgia es un arma de doble filo. Muchas veces, yo diría que la mayoría de las veces, te trasporta a tiempos pretéritos en los que la felicidad y los buenos recuerdos lo empapan todo. Pero también es arrogante y cruel y compara con un presente muchas veces demacrado que justifica los deliciosos versos de Jorge Manrique. Para un servidor, que en otros tiempos (mucho mejores) “flipó” en las actuaciones de Bella Bestia, el concierto resultó algo contradictorio. Por una parte disfruté con el selecto repertorio de los madrileños, cuidado y escogido al milímetro, para deleite tanto de los fans de siempre que coreamos los temas como nunca como de los neonatos a la banda, pero por otra me defraudó el nefasto sonido que nos acompañó toda la velada. Imagino que para la publicación del video que se grabó para la ocasión lo mejorarán en estudio. Además, resultó algo frustrante comprobar cómo a Pancho Martín, cantante, le costaba llegar a los registros vocales que le hicieron grande a él y a la banda en el pasado. Decir que la puesta en escena del grupo fue muy “glamourosa”, sin cambiar ni un detalle de la que llevaban allá por 1988: mucha pintura, mallas de cuero y muchas ganas de agradar en una continua lucha con las inclemencias sonoras ya comentadas. Aunque lo mejor de la noche fueron los invitados de lujo que desfilaron por el escenario de una sala Rock Kitchen que no colgó el cartel de no hay entradas.

Al concierto, que dio comienzo a las diez en punto de la noche, acudieron bellezas sonoras, la mayoría de “Lista Para Matar”, segundo disco del grupo, como “Bella Bestia”, tema que bautiza a los vallecanos, “Nosotros No”, “El Gran Mago”, de lo mejor de la noche ya que contó con la incombustible guitarra de Manolo Arias, la preciosa balada “Háblame”, dedicada a Rubén un “colega” con síndrome de dawn presente en el concierto y que alargaron con un dueto espectacular de ambos guitarristas, “Muévete Por Ti”, cantada junto a Tony Cuevas, primer frontman de Bella Bestia y que nos sorprendió muy gratamente pues sigue conservando intacto su “feeling” vocal, el clásico de Sweet “Fox On The Run”, “Ardiendo En La Noche”, con Pepe Rubio a la guitarra, “Clasificado XXX”, la preciosidad titulada “Rompecuerpos”, o “Puntapié En El Trasero”, tema dedicado a la memoria de Javier Gálvez, con el que hora y media más tarde se dio por finalizada la actuación y en el que participaron todos los invitados, además de un pletórico Óscar Sancho, cantante de Lujuria, que se encontraba entre el público. Del grupo decir que Miguel Ángel López “Cachorro”, aporta profesionalidad y muy buenas maneras a la guitarra y que Pepe Mari contribuye al  espectáculo con su cercanía (“quería dar un abrazo a toda la gente que ha venido”) y muchas tablas. Sin olvidarnos de una preciosidad de corista de la que se deberían aprovechar más sus cualidades vocales.

La nostalgia es lo que tiene. Aunque Bella Bestia seguirán siendo grandes. Siempre.

Por Amado Storni -